No hay nada como contar con un espacio adecuado para rendir tu jornada laboral aún estando en casa. Aquí tienes algunos tips básicos para comenzar.

Tendencia laboral de este año: Pijama, un cafecito, sin salir de cama y entre muchas (muchas) almohadas, ¡Pero qué bonita idea!
Te vamos a decir la verdad, la idea es encantadora…pero terminarás por cansarte de ella con el tiempo. No hay nada como contar con un espacio adecuado para rendir tu jornada laboral aún estando en casa.
Con o sin el ambiente de Pandemia en el que hemos vivido este último año, son cada vez más las personas que han dejado atrás la idea de asistir diario a una oficina y se encuentran cómodos con la idea de trabajar desde casa (Home Office). No es malo, ¡pero necesitas un espacio de trabajo apropiado para que en verdad funcione!
No te asustes, no tienes que remodelar toda una habitación para transformarla en estudio u oficina, bastará con que designes un espacio en tu hogar y adecuarlo específicamente para ello.
Aquí tienes algunos tips básicos para comenzar:
1. Elige un lugar adecuado:
Importante que cuente con buena iluminación (si es luz natural, será mucho mejor).
Toma en cuenta que un sitio en calma siempre favorecerá tu concentración y, por lo tanto, tu productividad, por lo que quizá prefieras evitar instalar tu Home Office cerca de la sala de TV o la cocina; no solo son sitios con continuo movimiento, la nevera y el programa de medio día pueden ser innecesariamente tentadores.
Otra buena idea que además te ayudará para hacer entender a tu cerebro que es hora de trabajar es delimitar el área de tu Home Office; esto no solo te concederá privacidad, de esa forma tu mente relacionará más fácilmente ese espacio con “el tiempo de trabajar” y podrás rendir más en tu jornada.
Si no tienes una pared que te sirva de barrera, un librero o un biombo podrían hacer el trabajo, además de resultar prácticos en tu espacio.
2. El mobiliario correcto del tamaño correcto:
¡Un escritorio, por supuesto! Es indispensable y puedes encontrar de distintos modelos, desde pequeños y prácticos hasta voluminosos y con mucho espacio para almacenamiento de herramientas. Toma en cuenta que cuanta más labor manual realices, más útil te será contar con espacio para tener en orden tus utensilios; un gabinete o un estante te podrán ayudar si prefieres invertir en un escritorio más pequeño.
¡Ah, y no te olvides de la silla! Créeme, al final de la jornada, tu espalda y cuello lo agradecerán si optas por un modelo ergonómico que ayude a mantener tu postura. Incluye una lámpara de luz suave y procura tener la ventilación adecuada.
¿Sabías que los expertos recomiendan que el espacio ambiente esté entre los 20 y 25 grados? De acuerdo con ellos este es “el punto perfecto”, ni muy caluroso ni muy frío, ¡así si dan ganas de trabajar!
3. Personaliza tu área:
Si bien la idea es construir un espacio productivo y es importante evitar los elementos que nos puedan distraer, se trata también del lugar donde posiblemente pasemos la mayor parte de nuestro día, ¡por lo que hay que hacerlo agradable!
Incluye elementos sencillos que estimulen tu creatividad; las plantas, ya sean naturales o sintéticas, siempre serán perfectas para este tipo de espacios.
Científicamente hablando, está comprobando que un espacio dotado de plantas disminuye el estrés y previene el cansancio, además de purificar el aire contaminado del ambiente (en el caso de las plantas naturales).
Por otra parte, ¡son muy bonitas! ¡Embellecerán mucho el lugar!
Y último, pero no menos importante:
4. Crea la atmósfera que necesitas:
En este punto es importante comprender lo que funciona para ti. Anteriormente hicimos mención sobre evitar los factores de distracción, pero, por ejemplo, hay personas para las que el absoluto silencio es más estresante que estimulante.
Si el ruido de fondo es lo que estimula tu cerebro y potencia tu creatividad, entonces enciende tu playlist y deja que el día comience.
Este método funciona muy bien sobre todo para las personas cuyo flujo de trabajo se inclina más hacia lo creativo. Si lo tuyo es la calma y el silencio, ¡tampoco dudes en cerrar ventanas y alejarte del ruido externo!
Cuanto más acorde se encuentre tu mente con estos elementos, ¡más productiva e incluso estimulante, será tu jornada laboral!